Los mandalas son originarios de la India, pero se extendieron a las culturas orientales, las indígenas en América y los aborígenes en Australia.
En lo que a la espiritualidad se refiere, es un centro energético de equilibrio y purificación y ayuda a transformar el entorno y la mente.
Es una herramienta de relajación que
te ayuda a estabilizar, equilibrar las emociones, incrementar la energía cuando
estas cansado o estresado.
Mandala significa círculo en
sánscrito. Igualmente, se lo conoce como rueda y simboliza la totalidad.
Los diseños de los mandalas pueden ser
muy simples o bastante complejos, pero siempre mantienen características en
común: un centro, puntos cardinales que pueden ser contenidos dentro de un
círculo y cierta simetría.
Si te animas a pintar mandalas es
posible que te entre sueño, ya que comienzas a relajarte, si es así lo mejor es
dejarlo e irse a dormir. Puede que conectes con emociones, te den ganas de
llorar, o sientas enfado, o quizá aparezcan en tu mente recuerdos dolorosos, déjalos
fluir, permite que se liberen.
Los mandalas utilizan para meditar, desarrollar la paciencia, aumentar la sensibilidad, expandir la consciencia, aumentar la intuición, para la sanación física y mental.
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